El gran panel Kachina en el Bears Ears National Monument, Utah, fue producido durante el mismo periodo que la aguja, los que llevó a algunos a creer que las figuras están adornadas con arte corporal.
La identificación de una antigua aguja para tatuar confirma que la práctica comenzó en el suroeste mucho antes de lo que se pensaba.
Los investigadores tienen evidencia de que los tatuadores estaban ocupados perfeccionando sus habilidades hace casi dos mil años, retrasando la escala de tiempo de la práctica en América del Norte en casi un milenio.
Al presentar sus hallazgos en el Journal of Archaeological Science: Reports, un equipo de arqueólogos concluyó que una herramienta encontrada cerca de Bears Ears National Monument es una aguja para tatuar. El modesto artefacto está hecho de espinas de cactus, de menos de media pulgada de largo, insertadas en un mango de ramita de zumaque y atadas en su lugar con tiras de hojas de yuca. Las puntas de las espinas están teñidas con pigmento oscuro. Una nueva investigación revela que se utilizaron para entintar patrones en personas en los siglos I o II d.C., lo que convierte al diminuto instrumento en la evidencia más antigua de tatuajes en el suroeste.
El sitio Turkey Pen se aferra a las paredes de Grand Gulch, Utah, en el paisaje de Greater Bears Ears. El sitio estuvo ocupado intermitentemente por los pueblos ancestrales hasta aproximadamente 1250. Es posible que la sequía haya provocado su abandono.
Revisando el pasado
Los arqueólogos encontraron por primera vez este curioso implemento en 1972, mientras excavaban el sitio Turkey Pen cerca de lo que hoy es el Bears Ears National Monument en Utah. Encontrado entre artefactos en un basurero (un antiguo montón de basura), el pequeño paquete de espinas fue empaquetado y almacenado en la Washington State University (WSU).
Los estudiosos tardaron más de 40 años en identificar el hallazgo. En 2017, Andrew Gillreath-Brown, candidato ha doctorado en antropología de WSU, se encontró con el artefacto y pensó que sabía qué podría ser. Se lo mostró a Aaron Deter-Wolf, un experto en prácticas de tatuajes antiguos.
Al año siguiente, la pareja hizo réplicas exactas de la herramienta y las probaron. Establecieron que los patrones de desgaste de las réplicas usadas coincidían con los del original.
Pasaron el artefacto por una serie de análisis de microscopía y rayos X, revelando pigmento en las espinas del cactus. El equipo fechó la herramienta entre el 79 y el 130 d.C., anterior en casi un milenio al instrumento de tatuaje más antiguo encontrado en la región.
Patrones de la historia
Los arqueólogos estiman que el sitio Turkey Pen fue ocupado por la civilización Pueblo Ancestral o Anasazi entre el 50 a.C. y 200 d.C., durante el período Basketmaker II. Algunas piezas de arte rupestre de esta época representan figuras con adornos corporales, que algunos especulan que son tatuajes. Esta herramienta es la primera evidencia sólida de que los pueblos ancestrales practicaban el tatuaje.
El descubrimiento tiene importantes implicaciones para la comprensión de las prácticas de los pueblos ancestrales, así como para los significados más amplios del tatuaje. En otras partes del mundo, los tatuajes se asocian con la agricultura y el aumento de la población. Los habitantes ancestrales estaban experimentando tal aumento en el momento en que se creó la herramienta, lo que llevó al equipo a especular que los tatuajes fortalecieron un sentido de identidad social en un mundo que cambia rápidamente.
Dos espinas de un nopal (arriba) forman el extremo afilado de lo que ahora se ha confirmado que era una herramienta de tatuaje utilizada en un asentamiento de los pueblos ancestral en Utah hace unos 2.000 años. La herramienta fue datada analizando la zona del basural en la que fue encontrada. Las espinas están montadas en un mango de ramita de zumaque (abajo). La colocación del pigmento negro en las espinas es consistente con la profundidad adecuada para perforar y teñir la epidermis.
Comida caliente y viviendas altas
El Pueblo Ancestral que crearon la herramienta del tatuaje eran parte de la cultura Basketmaker II. Sus artefactos, viviendas y obras de arte se han encontrado en todo el suroeste de Estados Unidos, en Utah, Arizona, Nuevo México y Colorado. Con una duración aproximada de un milenio, desde el 500 a.C. Hasta el año 500 d.C., el período Basketmaker II coincide con la transición a la agricultura. El período recibe su nombre de la abundancia de cestas encontradas en sitios arqueológicos. Estas cestas hábilmente tejidas a menudo se sellaban con pez de pino, lo que las hacía herméticas. Las cestas se podían utilizar para preparar alimentos colocando piedras calentadas al fuego en su interior para calentar los alimentos. Más tarde, los pueblos ancestrales comenzaron a vivir en viviendas en los acantilados, que todavía salpican el paisaje en todo el suroeste.
Las cestas de colores son típicas de las que fabrica la cultura Basketmaker II.
Una vivienda en un acantilado cerca del Bears Ears National Monument, Utah, se denomina "Casa en fuego", por sus vibrantes formaciones rocosas. Fue establecida hacia 750 d.C.
Fuentes
★National Geographic History — July—August 2019 (Vol.5 No.3)
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